Cómo actuar ante un sismo en el trabajo

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Un sismo de mayor o menor magnitud puede suceder en cualquier momento, especialmente en un país altamente sísmico como Chile. Por ello, es necesario que cada empresa disponga y aplique planes de acción y evacuación claramente conocidos por todos los trabajadores.

La clave del éxito laboral y empresarial radica en estar preparado para enfrentar cualquier escenario, incluyendo contingencias, crisis y, por supuesto, catástrofes o desastres naturales. Esta condición adquiere especial importancia en Chile, definido por los expertos como uno de los países más sísmicos del mundo, al estar ubicado sobre un zona de subducción de gran actividad telúrica.

De hecho, las estadísticas demuestran que cada diez años, aproximadamente, algún punto de nuestra geografía sufre las consecuencias de un terremoto de magnitud superior a 7,5 grados en la escala de Richter. Sin contar la gran cantidad de sismos más pequeños que acontecen de manera regular.

Por ello, resulta indispensable estar preparado para enfrentar este tipo de contingencias en forma segura, especialmente al interior de oficinas, empresas, industrias, yacimientos o zonas productivas. Esto, porque la presencia de maquinarias, bodegas o equipos de diversa condición suele incrementar exponencialmente el riesgo de sufrir heridas o accidentes.

Una estrategia para cada necesidad

El primer paso para elaborar una efectiva estrategia de prevención y reacción ante sismos, es realizar un detallado estudio técnico de la respectiva realidad de cada lugar de trabajo. Sea este una empresa, oficina, industria o yacimiento productivo. 

Dicha investigación permitirá determinar, en forma certera, los planes y procedimientos a seguir en este tipo de contingencias. De igual modo, cada uno de ellos deberá incluir un manual detallado que indique lo que se debe hacer antes, durante y después del sismo.

Al respecto, los expertos de la Asociación Chilena de Seguridad, ACHS, entregan las siguientes recomendaciones básicas para actuar ante un evento de estas características. A partir de estas sugerencias, las empresa pueden elaborar su respectivo Plan de Emergencia, adecuándolo a las características físicas o geográficas de cada lugar de trabajo.

Recomendaciones generales

  • En primer lugar, se debe inspeccionar y clasificar los tipos de construcción donde se llevan a cabo las tareas o actividades laborales, en relación con su calidad estructural y riesgos inherentes.
  • Dependiendo de las actividades y funciones desarrolladas al interior o exterior del recinto, se deben determinar las respectivas zonas de seguridad. 
  • Estas deben estar ubicadas, de preferencia, junto a pilares, bajo dinteles de puertas y cerca de cadenas u otras zonas de alta resistencia estructural. A su vez, deben alejarse de ventanales, tabiques u otros elementos que puedan desprenderse o caer sobre las personas. 
  • Las zonas de seguridad deben estar siempre debidamente señalizadas, y el personal a cargo tiene que ocuparse de que esta señalética sea claramente visible para todos. 
  • Se debe definir con precisión qué situaciones harán necesario evacuar los lugares de trabajo ante un sismo. Por ejemplo, movimientos sísmicos de alta intensidad o que impidan mantenerse en pie. Esto dependerá de cada empresa en particular, aunque se aconseja seguir los parámetros establecidos por la Oficina Nacional de Emergencias, ONEMI.
  • Si se trata de edificios de altura, hay que establecer zonas de seguridad por cada piso, que ofrezcan más protección que el lugar de trabajo. Las vías de acceso a estas zonas también deben estar debidamente señalizadas. 
  • Si se trata de edificios de baja altura, también hay que determinar zonas de seguridad externas debidamente señalizadas. En construcciones de dos o más pisos, estas deben estar ubicadas, como mínimo, a 25 metros de distancia. Si la edificación es sólo de un piso, esta distancia se reduce a 15 metros.
  • Las zonas de seguridad externas deberán estar alejadas de las vías de tránsito de vehículos, instalaciones eléctricas, cables y otros elementos que puedan caer sobre las personas.
  • Todas las vías de evacuación hacia zonas de seguridad externas deben contar con señalética visible y en buen estado. 
  • Los planes de evacuación deben ser conocidos por todos los trabajadores y usuarios habituales del recinto. Pero además deben disponerse en lugares visibles a todo el público externo que acceda al recinto. Allí se deben indicar las zonas de seguridad y las vías de evacuación para llegar a ellas.
  • Es necesario corregir y/o eliminar todas las condiciones que pueden generar accidentes o producir lesiones a las personas durante el sismo, en especial en las zonas de seguridad y vías de evacuación/circulación. Por ejemplo, mobiliario y ornamentos innecesarios, tubos fluorescentes, lámparas, almacenamiento de objetos pesados, vidrios, claraboyas, cables eléctricos, cornisas, tabiques y murallas débiles, entre otros elementos. 
  • Determinar los sistemas de comunicaciones y/o señales que se usarán en caso de derrumbe de las instalaciones; así como el personal que actuará como brigadas de emergencia; y las acciones a desarrollar en caso de corte de suministro eléctrico, de gas y/o agua. También es necesario implementar un sistema de iluminación de emergencia y de apoyo vital.
  • Es imprescindible realizar prácticas y simulacros periódicos de aplicación del respectivo plan de evacuación ante un sismo. 
  • Se aconseja designar líderes o encargados de evacuación que estén a cargo de grupos de trabajadores, para que los guíen hacia las zonas de seguridad. Es necesario capacitar a estos líderes de manera constante, para que sepan cómo actuar frente a emergencias, así como dotarlos de equipos y distintivos para su identificación. 
  • Si la empresa, oficina, industria o actividad extractivo-productiva se ubica en zonas costeras, es imprescindible tener presente el riesgo de que se produzca un Tsunami (o riesgo de inundación por olas gigantes que azota la costa). 
  • Se deben seleccionar zonas de seguridad en lugares altos (cerros o azoteas de edificios altos y estructuralmente muy sólidos), donde se pueda evacuar a todos los trabajadores cuando exista probabilidad de Tsunami. Del mismo modo, hay que determinar las vías de tránsito adecuadas para llegar rápidamente a esos lugares en altura. 
  • La forma más precisa de reconocer el riesgo de Tsunami consiste en determinar si el sismo o terremoto es lo suficientemente intenso como para que las personas no pueden mantenerse de pie por sí mismas.
  • También es importante que las empresas se coordinen con las autoridades locales, para garantizar una mejor difusión de sus planes de seguridad. 
  • Hay que desestimar como zonas de seguridad y vías de evacuación todas las que estén expuestas a riesgo de rodados y/o avalanchas provenientes de cerros, tranques, faenas extractivas o movimiento de tierra.

Cómo actuar durante el sismo

  • Durante la emergencia es necesario mantener la calma y dirigirse a las zonas de seguridad preestablecidas, evitando correr y/o gritar, para prevenir situaciones de pánico individual y/o colectivo. 
  • Las puertas y salidas de emergencia deben abrirse y permanecer abiertas durante toda la emergencia.
  • Previamente hay que desconectar todas las máquinas o equipos eléctricos, cortar suministros de gas, y apagar cualquier otra fuente alimentadora de materiales o herramientas.
  • Durante la evacuación el líder o encargado debe mostrar actitud firme y segura, controlando el comportamiento del grupo, y dando instrucciones simples y precisas. 
  • Ante la posibilidad de un Tsunami, los trabajadores deben evacuar hacia las zonas de seguridad preestablecidas, retirándose de las zonas costeras bajas y usando las vías de tránsito planificadas.

Cómo actuar después del sismo

  • Una vez terminada la emergencia sísmica, los líderes o encargados de evacuación deben determinar si es necesario abandonar el edificio hacia zonas de seguridad externas. Este paso se realiza luego de inspeccionar los lugares de trabajo y de evaluar sus condiciones. 
  • El líder o encargado de evacuación de cada área debe asegurarse de que todos los trabajadores a su cargo se encuentren en la zona de seguridad preestablecida. Si es necesario, se debe brindar atención de primeros auxilios a quienes estén heridos y determinar los respectivos traslados a centros asistenciales.
  • El personal designado para actuar como brigadas de emergencia procederá a revisar las dependencias de la empresa, tanto en sus aspectos estructurales como instalaciones, para cerciorarse de que no haya incendios, escapes de agua, filtración de sustancias inflamables o deterioro de conductores eléctricos, murallas, pisos y escaleras. Si hay trabajadores atrapados en alguna dependencia se debe avisar de inmediato a los servicios de emergencia locales.
  • Asimismo, se debe clasificar el grado de los daños y riesgos de los diferentes lugares o construcciones, para determinar si las actividades se suspenden o se reinician total o parcialmente.
  • Si no se observan daños en los servicios de electricidad, agua o gas, se deben reponer gradualmente para prevenir fugas y/o accidentes. 
  • Si se encuentran daños de cierta magnitud, se debe solicitar la asesoría técnica externa de personal competente (servicios de agua, electricidad, gas o alcantarillado, según corresponda).


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Sobre el autor

Francisco Gonzalez

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