Agobiados por una elevadísima carga de responsabilidad, jornadas de horas interminables y la necesidad de reportar diariamente a la gerencia general de la empresa, la labor de un jefe de operaciones es muy compleja y desafiante, y parece nunca terminar. Por el alto nivel de exigencia del cargo, el abanico de aptitudes, habilidades y fortalezas con las que debe contar este ejecutivo es tan extenso que convierte el proceso de selección de candidatos en una de las tareas más largas y difíciles para cualquier organización.
Si eres jefe de operaciones, sabes que eres el máximo responsable que las operaciones diarias de la compañía se cumplan en su totalidad, cumpliendo los plazos establecidos, y siempre atento a nuevas herramientas y prácticas para incrementar la productividad, reducir costos y conseguir resultados más eficientes día a día. Y eso no es nada fácil, cuando también es fundamental responder a tiempo ante las necesidades de los clientes.
Hoy, para orientar la búsqueda de valor agregado en las operaciones de su empresa, te ofrecemos un artículo sobre los puntos clave que un jefe de operaciones debe saber para ser más productivo y promover el ahorro de costos en su empresa, al alero de la transformación digital.
Capacidad de innovación
En una sociedad de la información como la actual, donde el dominio de las redes sociales se ha vuelto obligatorio, y donde la implementación las estrategias de marketing digital ya es una práctica recurrente, debemos también echar un ojo a las operaciones de su empresa desde el ángulo de la transformación digital en curso, para ver cómo pueden reconfigurarse y evolucionar.
El artículo “Transformación digital: el desafío para los CEO” en el portal América Economía señala que estamos en un momento histórico, en el cual la sociedad digital está modificando de manera radical la transmisión de conocimiento, y la manera cómo funcionan los sistemas productivos y la sociedad misma, es decir, estamos observando cambios en la forma en que aprendemos, cómo distribuimos el trabajo y cómo interactuamos.
Para los jefes de operaciones, la transformación digital es una oportunidad de crecimiento, que, según el artículo, contempla construir las habilidades organizacionales para estar identificando oportunamente los nuevos desafíos del mercado y la industria, así como también los escenarios de disrupción desde actores nuevos y otros mercados, para así articular racionalmente nuevas oportunidades y modelos de negocio.
¿Qué requisito hace falta entonces? Capacidad de innovación, herramienta imprescindible para contar con una ventaja competitiva en una industria en constante cambio. Puedes asignar un tiempo en el día para fomentar el interés por las nuevas tecnologías, por conocer y probar diferentes apps de gestión, el software para planificar operaciones, aplicaciones que simplifiquen procesos obsoletos, etc.
Jefe de operaciones, clave para la supervivencia de las empresas
Joseph Pucciarelli, vicepresidente de IDC Mundial, empresa especializada en TI, indicó en BíoBío Chile que hoy el 75% de las empresas chilenas están en vías de una transformación digital. Sin embargo, el camino prueba ser complejo. “El proceso no ha sido fácil, pues los principales obstáculos han sido la falta de visión y la falta de competencias para saber cómo aplicar la tecnología”, dijo Pucciarelli.
En un contexto de competencia y de rápida adaptación al cambio, las compañías se ven obligadas a sumarse a la era digital en respuesta a las necesidades de sus clientes para lograr sobrevivir. “Las empresas no pueden pretender que estos cambios no los afectarán. Tres años a partir de ahora, podría ser muy tarde. Hoy es el momento de actuar y de entender cómo se debe usar la tecnología para cambiar el negocio”, señala Puciarelli.
En este contexto, el rol del jefe de operaciones, como nexo entre el área operativa y la gerencia general, es clave. Su gran capacidad de adaptación a los cambios continuos, que le permite actuar con rapidez día a día, es una habilidad que puede aplicar también a la incorporación de tecnología, para que mediante procesos más eficientes, la empresa se destaque entre sus competidores directos, y ofrezca productos o servicios de mayor calidad, trazados a la medida de las nuevas necesidades de los clientes.
En definitiva, toda organización deberá sumarse a la transformación digital tarde o temprano si no quiere quedar atrás. Y el lugar donde se implementará el “laboratorio de experimentos” seguramente será en la oficina del jefe de operaciones.
¿En qué etapa estamos?
Inmersos en la gestión de operaciones complejas y la resolución de problemas cotidianos, los jefes de operaciones en muchos casos desconocen qué grado de progreso ha alcanzado la organización en la que trabajan en términos de incorporación de soluciones tecnológicas de avanzada y herramientas sofisticadas de software. Desconectados del proceso de búsqueda de la tecnología apropiada que sume productividad en sus actividades diarias, los jefes de operaciones o bien incorporan herramientas “desde arriba” que no se ajustan a sus necesidades, o quedan a la espera de promesas milagrosas que nunca llegan.
La moraleja, a raíz de estas experiencias negativas, apunta a que los jefes de operaciones sí o sí deben ser partícipes de los procesos de transformación digital, y para ello deben convertirse en embajadores de la empresa ante las diferentes opciones de innovación disponibles, y así elegir las más convenientes.
A modo de guía, un estudio realizado por IDC midió el estado de evolución de las empresas chilenas en materia de transformación digital y las clasificó en los llamados cinco estados de arte de madurez:
1.- El resistidor digital: empresas que aún manejan información de forma dispersa.
2.- El explorador digital: que está evaluando o definiendo la estrategia corporativa en materia de transformación digital.
3.- El jugador digital: se da cuando hay una alineación entre las metas de TI y las del negocio para crear productos y experiencias, aunque aún no son disruptivas.
4.- El transformador digital: es aquel que ha generado una integración sinérgica entre TI y el negocio, capaz de desarrollar productos y servicios digitales en forma sostenida.
5.- El disruptor digital: es donde los líderes poseen la capacidad y gestión necesarias para dirigir iniciativas digitales y realizar innovación disruptiva en su industria, proporcionando mayor agilidad y valor competitivo para el negocio.
Identificar en qué etapa está nuestra empresa en materia de transformación digital es el primer paso para sugerir vías alternativas de trabajar manera más eficiente con la tecnología. Una vez que tengamos el diagnóstico de las áreas y procesos críticos a actualizar, será el tiempo de buscar una solución perfecta para cada necesidad.
Las herramientas tecnológicas para dispositivos móviles, o alojadas en la nube, por ejemplo, son muy accesibles, y ya están disponibles en variadas formas para ser aplicadas por los jefes de operaciones en cualquier rubro. Son instrumentos de última generación y sumamente moldeables, que se adecúan a diferentes condiciones, y que permiten a la empresa migrar de una gestión correcta a una mucho más eficiente y efectiva de cara al cliente.
En conclusión, la posibilidad de convertir una empresa en una organización mucho más productiva pasa en gran parte por los jefes de operaciones, en la medida en que puedan subirse (y subir a la organización) al tren de la transformación digital. El reto recae en construir una cultura organizacional acorde a los cambios que se avecinan.
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