Software para empresas: ¿Comprar o desarrollar?

Tarde o temprano, enfrentadas a la necesidad de adoptar tecnología o soluciones de software para poder subsistir en un mercado crecientemente complejo y dinámico, compañías grandes y pequeñas se ven en la disyuntiva de tener que optar entre dos formas de abordar esta incorporación: comprar o desarrollar.
El primer camino es el de comprar el software o la tecnología a un proveedor externo, y adaptarlo/a para sus propios fines. La segunda opción implica embarcarse en la producción propia de esta herramienta, para que tenga el sello de identidad de la empresa, y responda exactamente a sus exigencias.
Entonces, ¿entre comprar o desarrollar, cuál es el mejor camino a seguir? En principio, ambas alternativas son válidas: la elección de la más adecuada depende de cada compañía. Pero para no detenernos allí, es prudente evaluar qué elementos hay que tener en consideración, de acuerdo a la experiencia previa acumulada, gentileza de Business2community.com.

1. ¿Comprar o desarrollar? – Tiempo de implementación

La mayoría de las soluciones de software desarrolladas por terceros pueden ser integradas como aplicación en pocos minutos, generalmente con recursos técnicos mínimos o inexistentes. Una solución creada por su empresa, en cambio, le puede llevar a un equipo especializado meses desarrollarla.

De acuerdo a una encuesta de VMWare a responsables de informática, en 2014 un proyecto de tecnología de tamaño promedio tardaba cinco meses para ser finalizado, mientras el 17% de los encuestados reportó que los proyectos de mayor tamaño demoraban de 7 a 18 meses.

Para complicar las cosas aún más, ya es un hecho conocido que los proyectos de tecnología de desarrollo propio más importantes superan los plazos esperados de entrega. Un reporte del Apigee Institute descubrió que al menos 27% de los desarrollos de aplicaciones superaban sus plazos esperados. Una investigación adicional de McKinsey descubrió que el 7% de los proyectos de tecnología de gran tamaño eran entregados tarde. Ninguna de estas cifras justifica el 19% de los proyectos que se consideraron fallas y nunca llegaron al mercado, y el 52% de los proyectos que excedieron el presupuesto o con funcionalidades sacrificadas, de acuerdo al Reporte CHAOS 2015 de Standish Group. El estudio encontró que cuanto más grande el proyecto, menores son las posibilidades de éxito.

2. ¿Comprar o desarrollar? – Costo total del proyecto

Cuando se trata de soluciones desarrolladas por la propia empresa, el precio es raramente predecible. De acuerdo a la encuesta McKinsey a ejecutivos de tecnología, los grandes proyectos de tecnología se exceden del presupuesto 45% de las veces, a la vez que entregan 56% menos valor que lo planeado. El mismo estudio descubrió que 17% de los proyectos resultan tan mal que “amenazan la existencia misma de la compañía”. Estos excesos de alto impacto, a veces llamados “cisnes negros”, experimentan excesos de presupuesto desde 200 a 400% y pueden resultar en el abandono completo del proyecto o incluso en la bancarrota. Un estudio previo de Harvard Business Review llegó a la misma conclusión: de cada seis grandes proyectos de TI, uno entra dentro de la categoría de “cisne negro”.

Adicionalmente, considera tus costos de oportunidad: si asigna los recursos existentes a construir y mantener este software, ¿qué deberá dejar de lado? ¿De dónde estará distrayendo recursos? Las soluciones desarrolladas por las mismas compañías requieren típicamente un equipo especializado, de modo que tendrá que desplazar el talento desarrollador de proyectos actuales o contratar mano de obra adicional.

3. ¿Comprar o desarrollar? – Características y funcionalidad

Mediante el desarrollo de soluciones propias, tendrá flexibilidad ilimitada para crear un producto que se ajuste a sus necesidades. Sin embargo, como vimos en la investigación citada anteriormente, esta ventaja puede ser decepcionante. 56% de los grandes proyectos de tecnología no cumplen con la visión original y son lanzados con menores características y valor a lo planeado (McKinsey) y las tasas de éxito del proyecto se relacionan inversamente con la complejidad de las características, correspondiendo al 19% de los proyectos que nunca llegan al mercado (Standish Goup).

Con soluciones de software de terceros, la personalización puede ser limitada. Tiene, sin embargo, libertad para comprar y evaluar productos de competidores en base a sus características y funcionalidad para encontrar el producto que mejor se adapte a sus necesidades. Usualmente puede incluso probar el software a través de demos, pruebas, y pruebas de conceptos sin riesgos.

4. ¿Comprar o desarrollar? – Conocimiento y experiencia

Con software de terceros, usted recibe tanto la tecnología como la experiencia. Numerosos planes empresariales ofrecen un representante exclusivo de atención al cliente, quien puede ayudarle a sacar lo mejor de su software.
Las soluciones desarrolladas por cada empresa, en cambio, pueden ofrecer la tecnología, pero aún ven resultados inferiores al no contar con la misma experiencia en el área, a menos que el software recaiga exactamente dentro del núcleo de negocio de la empresa.

5. ¿Comprar o desarrollar? – Ámbito de competencia fundamental

Finalmente, pregúntese a sí mismo: está el ámbito de competencia fundamental de mi empresa en línea con construir una gran solución de software, de tal forma que sería más rápido, más barato, o más efectivo construir el software nosotros mismos? Si puede responder que sí, será una gran ventaja que su empresa construya el software que necesita.

Sin embargo, si está en la duda, delegar la función de negocios que el software resolverá a un tercero podrá evitarle futuros dolores de cabeza y riesgos asociados con el desarrollo de software.

Comprar o desarrollar no es una cuestión de debilidad o derrota; es una cuestión de asignación de recursos. Está tomando la decisión de conservar sus recursos limitados –tiempo, dinero, y más importante, talento- e invirtiendo esos recursos en áreas con mayores dividendos: las funciones centrales de su aplicación.

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