¿Qué es Planificación y Control de Mantenimiento y cómo aplicarlo?

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Procesos bien planificados, gestión de datos y búsqueda de la mejora continua: estas son algunas de las características comunes entre las empresas de éxito. En el sector de los servicios, la Planificación y Control del Mantenimiento (PCM) es responsable de estos tres pilares.

¿Qué es Planificación y Control de Mantenimiento (PCM)? 

PCM trabaja con procesos para llevar a cabo la planificación y el control del mantenimiento. En definitiva, prevé la ejecución del mantenimiento de principio a fin, realizando la gestión estratégica de todos los procesos y recursos. Al final, el objetivo siempre será mejorar el funcionamiento y asegurar el perfecto funcionamiento de los activos.

Ventajas de usar PCM:

Son innumerables las ganancias generadas por la planificación y el control del mantenimiento. Entre ellos se encuentran la optimización de tiempos, el aumento de la productividad, la garantía de disponibilidad de equipos mediante paradas programadas y el logro de metas mediante planes correctivos.

¿En qué tipos de mantenimiento puede aplicar PCM?

Hay tres tipos principales de mantenimiento: mantenimiento correctivo, preventivo y predictivo. Aunque el primero es el más recurrente, es el menos beneficioso para la operación. El segundo y el tercero son los más deseados y, por tanto, deben estar incluidos en su plan de mantenimiento.

Mantenimiento correctivo

El mantenimiento correctivo se considera el más caro y costoso para la empresa. Esto se debe a que, a diferencia del mantenimiento preventivo, entrará en acción cuando fallan los equipos o los activos.

Mantenimiento preventivo

El propósito del mantenimiento preventivo es evitar que las máquinas y equipos fallen. Para ello, existen planes y métodos que conducen a la reducción de pérdidas y al aumento de la productividad.

Mantenimiento predictivo

El mantenimiento predictivo tiene en cuenta el sistema operativo de los equipos y activos. Es decir, el seguimiento se lleva a cabo mediante la recopilación de datos resultantes del seguimiento y las inspecciones de campo. Para trabajar con medidas de optimización de procesos, el PCM debe aplicarse al mantenimiento preventivo y predictivo, siguiendo tres pasos.

Las fases de planificación y control del mantenimiento:

Las fases del PCM se pueden resumir en tres: planificación, programación y control.

1. Planificación

Todo comienza con la planificación. En esta etapa, debes administrar todos los recursos que involucran tu operación, cuánto utilizas e inviertes en cada uno. Ejemplos son:

– Reuniones y formación;

– Mano de obra;

– Piezas de repuesto;

– Herramientas;

– Materiales

Al dibujar estos puntos, intente predecir todas las necesidades de su operación. Esta medida evitará problemas futuros, como una brecha entre las metas establecidas y los resultados alcanzados.

Además, en esta etapa también es fundamental que describas cada uno de tus planes de mantenimiento. En el plan de mantenimiento preventivo, por ejemplo, debe planificar con anticipación lo que se debe hacer en el futuro y con qué recursos.

Por último, tener siempre presente que todo lo que se perfila en esta fase del PCM debe tener en cuenta la minimización de los costes de mantenimiento y el aumento del índice de disponibilidad de los activos.

2. Programación

Con la planificación realizada, la siguiente etapa del PCM consiste en la Programación, es decir: el calendario de planificación, que puede suceder semanal, mensual o anualmente. En esta etapa, todas las acciones planificadas deben tener plazos definidos, definidos según los criterios más relevantes para su empresa.

¿Cómo saber qué actividad priorizar en el calendario PCM?

Algunos de los puntos a considerar al realizar la programación PCM son:

– El grado de urgencia de las actividades;

– La disponibilidad de recursos durante el período;

– La viabilidad de detener el equipo;

– El orden de las solicitudes.

Luego de ordenar el grado de relevancia de cada actividad y programar su ejecución, es importante dejar preestablecido quién será el responsable de cada una de las acciones. Por lo tanto, las posibilidades de que la actividad se olvide o se descuide son pequeñas.

3. Control

Toda optimización de proceso debe basarse en información y datos. Pensando en ello, el tercer y último paso del PCM es el control. Aquí tu misión será analizar todo lo que se está llevando a cabo en las fases anteriores utilizando métricas e indicadores. Idealmente, este análisis durará todo el período de ejecución de su plan de mantenimiento.

En cuanto a los tipos de indicadores, deben establecerse de acuerdo a lo que su empresa quiere medir y comparar en el tiempo. Por ejemplo, puede analizar las tasas de tiempo promedio entre el mantenimiento preventivo y las tasas de disponibilidad del equipo y compararlas entre períodos.

Papel, Excel o software más completo: ¿cuál es la mejor forma de realizar su PCM?

Ahora que conoce todas las fases de la planificación y control del mantenimiento y sabe cómo aplicar cada una de ellas en su gestión, debe estar preguntándose cómo hacer todo esto.

En general, no existe una regla fija. Entre las opciones existentes, la menos recomendada es el papel, ya que esta práctica puede generar varios problemas, como retrabajos y pérdida de información.

Además, puedes utilizar desde Excel hasta herramientas más completas y automatizadas. Todo dependerá de los resultados que busques y de la cantidad de tiempo que estés dispuesto a invertir. Un control por Excel, por ejemplo, puede ser efectivo, pero muy laborioso. 

Si la idea es hacer que el PCM optimice procesos y recursos, no tiene mucho sentido dedicar mucho tiempo a trámites burocráticos, ¿verdad? En este contexto, el software profesional, además de entregar los resultados esperados, también optimiza su gestión.

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