La competitividad es parte de la esencia de cualquier empresa. Dentro de esa lógica, las organizaciones utilizan todas las capacidades que están a su alcance para destacarse de sus competidores, obteniendo ventajas que le permitan ofrecer el mejor producto al precio más conveniente. Y dentro de esa dinámica, el mantenimiento empresarial se consagra como un factor vital para el rendimiento y rentabilidad industrial.
¿Qué entendemos por mantenimiento empresarial?
El mantenimiento empresarial es una herramienta fundamental para el buen funcionamiento de cualquier empresa de ámbito industrial porque repercute de manera directa en su proceso productivo.
Se trata del principal recurso que poseen todas las empresas u organizaciones que pretenden conservar sus activos fijos en plena capacidad de operación y con altos niveles de eficiencia.
Por lo tanto, podemos definir el mantenimiento empresarial como un conjunto de actividades necesarias para alcanzar un funcionamiento óptimo de sus instalaciones, maquinarias y equipos, así como de las diferentes áreas de trabajo que componen sus instalaciones industriales. Los trabajos de reparación y revisión, requeridos para garantizar que el sistema productivo y estado de conservación se mantengan como corresponde también tienen que ser considerados.
Objetivos del mantenimiento empresarial
Entendida como una acción estratégica clave para la gestión de toda empresa, el objetivo del mantenimiento empresarial es asegurar la producción, calidad y correcto funcionamiento de los equipos en cualquier proceso industrial.
De este modo, se trata de un conjunto de acciones que influye de manera directa en la cantidad y calidad de la producción, así como en la vida útil de los equipos involucrados en ese proceso.
Beneficios del mantenimiento empresarial
Todavía existen empresas para las cuales el mantenimiento es una tarea secundaria y prescindible. Sin embargo, los problemas y el mal funcionamiento de los equipos son una realidad que afecta por igual a todo tipo de organización, independientemente de su tamaño y rubro. Y es ese tipo de situaciones afectan el ciclo de producción con paralizaciones que repercuten la productividad y rentabilidad de una empresa.
Por estas razones, el mantenimiento empresarial debe ser visto como una inversión, ya que genera grandes beneficios entre los cuales, destacamos los siguientes:
- Prevención y reducción de accidentes laborales
- Aumento de la seguridad para los trabajadores
- Disminución de pérdidas por detenciones de la producción
- Posibilidad de contar con datos para el seguimiento de mantenimientos necesarios para cada equipo
- Impedir el surgimiento de daños irreparables en los equipos e instalaciones
- Aumento de la vida útil de los equipos
- Reducción de costos
- Conservación de los equipos en buenas condiciones
- Incremento de la calidad de la actividad de la empresa
¿Qué tipos de mantenimiento existen?
El mantenimiento empresarial considera tres alternativas:
- Mantenimiento correctivo – dirigido a corregir cualquier defecto que se produzca en algún equipo o instalación de una empresa. Su objetivo apunta a la corrección de averías o fallas una vez que se detectan.
- Mantenimiento preventivo – dirigido a la prevención de fallas en equipos e instalaciones, cuyo objetivo apunta a la reducción de riesgos. A través de una revisión constante y planificada, pretende reducir errores o averías, según los criterios y necesidades de cada industria.
- Mantenimiento predictivo – es un tipo de mantenimiento más técnico y avanzado, que requiere mayor formación específica, con un grado de conocimientos y análisis determinados y equipos especializados. Así como el mantenimiento preventivo, lo que la variante predictiva del mantenimiento pretende es anteponerse a las averías o fallas. La diferencia radica en que, a través de diferentes herramientas o técnicas de detección de distintas variables, como pueden ser la vibración, la presión o la temperatura, se realiza un diagnóstico del estado de un equipo, anticipando futuras fallas.
¿Qué tareas componen el mantenimiento empresarial?
Existen diversas actividades y tareas que debemos considerar a la hora de planificar y aplicar un plan de mantenimiento industrial. Esto se presenta como parte fundamental de la gestión ya que, a mayor tiempo de uso de un equipo, mayor será la probabilidad de que presente alguna falla o avería.
Por esa razón, es necesario:
- Desarrollar programas de mantenimiento programado
- Realizar tareas administrativas por área (gestiones de trabajo, pedidos, etc.)
- Seleccionar y entrenar personal calificado
- Reparar y revisar todos los equipos y sistemas de manera sistemática
- Controlar y asegurar el inventario de suministros
- Llevar la contabilidad de los equipos
- Hacer pedidos de repuestos y herramientas
- Comprar o implementar equipos nuevos
La hora del mantenimiento empresarial inteligente
En un mundo altamente digitalizado, donde el tiempo y una serie de otros factores intervienen y presionan a las empresas para que realicen sus procesos de mantenimiento de una manera cada vez más eficiente y optimizada, el uso de softwares para apoyar esa gestión se ha convertido en un paso imprescindible.
Existen diversas opciones, siendo cada vez más factible y accesible contar con aplicaciones desarrolladas según requerimientos específicos para cada empresa y área industrial. Entre algunos de los ejemplos que se han convertido en pilares de las estrategias para mejorar la calidad y eficiencia dentro de las empresas destacamos:
CHARLEY: implementado por General Motors con el objetivo de diagnosticar problemas en máquinas y herramienta averiadas. También se utiliza para dar instrucciones a trabajadores con menos experiencia, proporcionando información y explicación de tareas y procesos.
FSM: sistema utilizado en aeronáutica para gestionar un monitoreo continuo del estado de las alarmas que tienen las aeronaves.
GEMS-TTS: software utilizado por los especialistas en mantenimiento de AT&T para aislar fallas en los enlaces de comunicación.
INNATE: sistema utilizado para el diagnóstico preciso de daños en circuitos electrónicos.
¿Cómo planificar el mantenimiento empresarial?
Aunque existe una serie de factores involucrados en la planificación del mantenimiento empresarial, el tiempo es un aspecto fundamental para que esta tarea se realice correctamente.
Lo primero que se aconseja es tener una visión a largo plazo, planificando la realización de cada mantenimiento con el tiempo suficiente, considerando las características particulares de cada industria.
La estacionalidad y temporadas deben estar incluidas como un factor clave de la planificación. Si una empresa opera bajo un régimen de producción con peaks o temporadas, la recomendación es ejecutar el mantenimiento al principio de estos períodos, con el objetivo de evitar problemas durante los meses de mayor actividad.
En empresas donde la estacionalidad provoca reducción de la actividad productiva, se recomienda que los trabajos de mantenimiento y otras tareas de mejoras, como ampliaciones o cambio de instalaciones se realicen en esos momentos. En muchos casos, el verano es un buen momento para considerar este tipo de acciones.
Sin embargo, la época estival resulta ser el período de mayor acción para muchas empresas. Ahí entonces es fundamental la realización del mantenimiento planificado con antelación, para evitar fallas en un período donde el calor obliga a muchos equipos a trabajar al límite de sus capacidades.
Por último, la periodicidad del mantenimiento en muchas ocasiones también debe respetar reglamentos o normativas legales vigentes para cada equipo o instalación, por lo que la planificación debe seguir las inspecciones y trabajos de mantenimiento obligatorios.
A raíz de lo expuesto, se confirma que el mantenimiento empresarial cobra gran relevancia. En la medida que se realiza correctamente, sus efectos se traducen en mayor calidad, eficacia y rentabilidad, por lo que no puede estar ausente de la gestión empresarial.