Errores humanos en el trabajo: ¿Qué dice la Sentencia T-306-24?

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Imagina por un momento que el mundo laboral es un inmenso campo de batalla, donde cada empleado es un guerrero que lucha día a día contra las fuerzas del error humano. 

¡Sí, ese enemigo invisible pero poderoso que acecha a cada esquina, listo para atacar cuando menos lo esperas! 

Ahora, agrega a este escenario una pizca de drama legal, un toque de tensión sobre sustancias prohibidas, y obtendrás la épica historia que la Corte Constitucional nos ha regalado en la SENTENCIA T-306 de 2024.

El guerrero caído: El trabajador bajo influencia

Nuestro protagonista es un trabajador común y corriente que, en un giro inesperado del destino, decide enfrentar su jornada laboral tras haber consumido sustancias psicoactivas. 

En la vida real, podría ser un constructor en lo alto de un andamio, un conductor de transporte público, o quizás un operador de maquinaria pesada. Pero en nuestra historia, es un valiente guerrero que, lamentablemente, se encuentra bajo el hechizo de una poderosa sustancia.

¿El resultado? Un desastre en potencia, un riesgo elevado de accidentes, y, sobre todo, una batalla interna entre lo que es correcto y lo que el destino ha puesto en su camino.

El tribunal como el consejo de sabios

Pero espera, no estamos hablando de una simple historia de error humano. Aquí entra en juego el Consejo de Sabios, la Corte Constitucional, que ha tenido que intervenir para decidir si este guerrero merece una segunda oportunidad o si ha llegado el momento de retirar su armadura y colgar su espada.

En esta ocasión, la empresa empleadora, cual guardián del castillo, decide aplicar una prueba mágica (o en términos menos épicos, una prueba de detección de sustancias psicoactivas). El resultado es claro: nuestro guerrero ha caído en la tentación.

El Juicio: ¿Justicia o Despedida?

La historia da un giro dramático cuando la empresa decide terminar el contrato del trabajador, citando la justa causa establecida en el artículo 62 del Código Sustantivo del Trabajo.

Pero este no es un simple despido, es una batalla legal donde se invocan derechos fundamentales como el trabajo, la seguridad social, el libre desarrollo de la personalidad, y hasta el debido proceso.

Es en este punto donde la Corte Constitucional tiene que poner su capa de superhéroe y tomar una decisión. ¿Es el despido una traición a los derechos del trabajador o es una medida necesaria para proteger al reino (léase, la empresa) de los peligros que conlleva un guerrero bajo el efecto de sustancias?

Error Humano: Un villano en las sombras

El error humano es el villano silencioso que siempre está al acecho, especialmente en tareas críticas. Desde tiempos inmemoriales, hemos sido testigos de cómo los errores, grandes o pequeños, pueden desencadenar catástrofes. 

Piensa en la NASA, donde un pequeño error en un cálculo puede significar el fin de una misión espacial. O en la medicina, donde un mínimo error de dosificación podría tener consecuencias fatales.

Y ahora, trasportémonos a nuestro campo de batalla laboral: ¿cuánto más peligroso se vuelve el error cuando el trabajador está bajo los efectos de una sustancia que altera su percepción y capacidad de decisión? 

La Corte lo ha dicho claramente: el consumo de sustancias psicoactivas, como el alcohol, puede aumentar el riesgo de accidentes en entornos de trabajo peligrosos. Algo que no podemos permitir, ni siquiera en la más épica de las historias.

La redención y el camino hacia la recuperación

Pero no todo es oscuridad en esta historia. La Corte Constitucional, con la sabiduría que la caracteriza, recuerda que el camino hacia la redención siempre está abierto.

Los empleadores no son solo guardianes del orden, sino también guías en el proceso de rehabilitación. Antes de desenfundar la espada del despido, la ley exige que se ofrezca apoyo y rehabilitación a los trabajadores que consumen sustancias.

En este caso, quedó claro que el trabajador conocía los riesgos, asistió a capacitaciones y charlas preventivas, y aún así decidió ignorar las advertencias. 

Al final, el Consejo de Sabios determinó que la empresa actuó correctamente al terminar el contrato, ya que cumplió con todos los requisitos legales y procedimentales.

Moraleja: El precio de un error

¿Qué podemos aprender de esta épica batalla legal? Que el error humano es una fuerza poderosa que, cuando se combina con factores externos como el consumo de sustancias, puede tener consecuencias devastadoras.

No es solo una cuestión de desempeño laboral; es una cuestión de seguridad, tanto para el trabajador como para sus compañeros.

En el mundo real, donde las leyes no son cuentos de hadas, es fundamental que tanto empleadores como empleados comprendan los riesgos asociados con el consumo de sustancias y el impacto que pueden tener en el trabajo. 

Al final del día, prevenir estos errores y garantizar un entorno de trabajo seguro es una responsabilidad compartida, que no solo protege al individuo, sino también al conjunto de la sociedad.

Así que, la próxima vez que te enfrentes a la tentación de sustancias psicoactivas antes de una jornada laboral, recuerda esta historia. Porque en el gran campo de batalla de la vida laboral, los errores no siempre tienen redención, y la justicia no siempre será tan indulgente.

¿Cómo elaborar un Plan de Acción para prevenir e intervenir en el consumo de sustancias psicoactivas en el trabajo?

Ahora bien, este relato no estaría completo sin un plan de acción que las empresas puedan implementar para prevenir y gestionar situaciones similares en el futuro. 

Después de todo, la mejor defensa contra el error humano es una estrategia bien definida y proactiva. 

Aquí te presento un plan de acción integral que aborda tanto la prevención como la intervención:

1. Establecer políticas claras y comunicarlas efectivamente

  • Desarrollar una política de consumo de sustancias psicoactivas: Las empresas deben contar con una política clara que prohíba el consumo de sustancias que afecten el desempeño laboral. Esta política debe estar alineada con la legislación laboral y debe ser parte integral del reglamento interno de la empresa.
  • Comunicación continua: No basta con tener la política escrita; es fundamental que todos los empleados la conozcan y comprendan sus implicaciones. La política debe ser comunicada de manera continua a través de reuniones, boletines informativos y capacitaciones.

2. Implementar programas de prevención y sensibilización

  • Capacitaciones regulares: Realizar capacitaciones periódicas sobre los riesgos asociados al consumo de sustancias psicoactivas, enfocándose en cómo estas afectan la seguridad en el trabajo. Las capacitaciones deben ser interactivas, utilizando estudios de caso, simulaciones y otros métodos que capten la atención de los empleados.
  • Charlas de sensibilización: Incluir charlas sobre los efectos a largo plazo del consumo de drogas, tanto en la salud como en el ámbito laboral y personal. Estas charlas pueden ser dictadas por expertos en salud, psicología, y seguridad laboral.

3. Establecer programas de apoyo y rehabilitación

  • Acceso a programas de rehabilitación: Las empresas deben ofrecer programas de apoyo para empleados que luchan contra el consumo de sustancias. Esto puede incluir acceso a terapia, asesoramiento psicológico y programas de rehabilitación.
  • Seguimiento continuo: Es importante realizar un seguimiento continuo a aquellos empleados que estén en proceso de rehabilitación. Esto puede incluir reuniones regulares con recursos humanos o con un consejero designado por la empresa.

4. Realizar pruebas de detección de sustancias

  • Pruebas aleatorias: Implementar un programa de pruebas aleatorias de detección de sustancias para todos los empleados, especialmente aquellos en posiciones de alto riesgo. Estas pruebas deben ser realizadas de manera ética y respetando los derechos de los trabajadores.
  • Pruebas post-incidente: Siempre que ocurra un incidente o un accidente en el lugar de trabajo, se debe realizar una prueba para determinar si el consumo de sustancias psicoactivas pudo haber sido un factor contribuyente.

5. Fomentar un entorno de trabajo saludable

  • Promover la salud mental: Fomentar un entorno de trabajo que apoye la salud mental de los empleados. Esto incluye ofrecer programas de bienestar, talleres de manejo del estrés, y crear una cultura donde se pueda hablar abiertamente sobre los problemas personales sin temor a represalias.
  • Balance trabajo-vida: Promover un balance saludable entre el trabajo y la vida personal, lo que puede reducir el estrés y la probabilidad de que los empleados recurren a sustancias para lidiar con la presión.

6. Establecer protocolos de intervención

  • Identificación temprana: Capacitar a los supervisores y al equipo de recursos humanos para identificar señales tempranas de consumo de sustancias y comportamiento errático. Esto puede incluir cambios repentinos en el desempeño, ausencias frecuentes, o comportamientos inusuales.
  • Intervención temprana: Una vez identificado un caso potencial, intervenir de manera temprana y compasiva. Ofrecer al empleado la posibilidad de acceder a programas de apoyo antes de tomar medidas disciplinarias.
  • Disciplina justa y medida: En casos donde el comportamiento del empleado pone en riesgo la seguridad de los demás, se deben tomar medidas disciplinarias. Sin embargo, estas medidas deben ser proporcionadas, y siempre se debe considerar la rehabilitación como una primera opción.

Conclusión: Aprendiendo de la historia

En el gran campo de batalla del trabajo, los errores humanos son inevitables, pero su impacto puede ser mitigado con las medidas adecuadas.

La historia de la SENTENCIA T-306 de 2024 nos muestra que, aunque es necesario proteger la seguridad y la productividad en el entorno laboral, también es crucial ofrecer apoyo a aquellos que están luchando contra el consumo de sustancias.

Las empresas tienen la responsabilidad de crear un entorno seguro y productivo, pero también de ser compasivas y ofrecer a sus empleados las herramientas y el apoyo que necesitan para superar sus desafíos personales. 

Con un plan de acción sólido y una política de prevención bien implementada, es posible minimizar los riesgos y garantizar que todos los empleados puedan trabajar de manera segura y eficiente.

Al final del día, la prevención es la mejor defensa contra el error humano, y el apoyo es la clave para la redención. Porque en la historia del trabajo, todos merecemos la oportunidad de ser los héroes de nuestro propio destino.


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  • Enviar reportes en PDF a todas las áreas involucradas de forma automática.
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Sobre el autor

Wilson Ramirez Triana

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