Los motores eléctricos son parte importante del equipamiento de una empresa. Se usan con fines industriales, comerciales y residenciales, y permiten el funcionamiento de trenes, automóviles, compresores, sistemas de bombeo, entre otros. Sin importar la industria, este tipo de propulsores juega un papel clave para la productividad, así como su mantenimiento.
En su afán de mantener su operatividad sin interrupciones, el mantenimiento debe realizarse constantemente y de manera planificada para evitar problemas futuros. Aunque se puede interpretar que el funcionamiento de un motor eléctrico puede ser tan o más sencillo que uno de combustión interna, un mantenimiento deficiente es una condena para ese tipo de motores, ya que difícilmente pueden volver a su estado original, a menos que se reemplacen casi todos sus componentes internos, lo que fácilmente nos lleva a concluir que el costo de una avería no es algo menor.
Por eso, la clave es buscar que los motores eléctricos entreguen su máximo potencial, por el mayor tiempo posible. Y para eso se necesita realizar una planificación estratégica del mantenimiento, como revisaremos aquí.
¿Cómo son los motores eléctricos?
El principio básico de un motor eléctrico consiste en ser una máquina rotativa compuesta por un estator y un rotor que, mediante la acción de campos magnéticos generados en sus bobinas, convierten la energía eléctrica en mecánica.
Considerando la importancia que tiene la preservación del medio ambiente, una gran ventaja de los motores eléctricos es que no contaminan. Y en términos operacionales, destaca su velocidad constante, alto rendimiento, ventilación autónoma que prescinde de refrigeración o ventilación externa y mayor eficiencia que sus equivalentes de combustión.
Claves para proteger un motor eléctrico
La conservación de los motores eléctricos es un aspecto fundamental para las empresas, dada su condición de uso continuo. Por esa razón, se deben cubrir tanto los componentes eléctricos como mecánicos que están expuestos al desgaste y contaminación con elementos externos.
Componentes eléctricos como bobinados o escobillas necesitan un mantenimiento y mediciones periódicas donde se realice una revisión de conexiones, reemplazo de piezas con desgaste.
Existe una serie de instrumentos que son imprescindibles para el trabajo de mantenimiento de motores eléctricos, entre ellos megóhmetro, microohmímetro, multímetro y osciloscopio. Gracias a ellos, es posible obtener valores de aislamiento, continuidad, frecuencia, corriente, voltaje, potencia y formas de onda.
A su vez, rodamientos, ejes, carcasas y otros componentes mecánicos de los motores eléctricos, deben ser sometidos a una pauta de mantenimiento que considere limpieza, anclajes de las piezas y medidas que permitan evaluar la velocidad, el equilibrio del rotor, el par aplicado por la carga y la temperatura.
¿Qué mantenimiento realizar?
Existen dos caminos a la hora de optar por el mantenimiento de cualquier motor eléctrico. Sea preventivo o correctivo, ambos buscan garantizar un correcto funcionamiento, evitando o reparando averías y extendiendo al máximo su vida útil. Sin embargo, existen diferencias entre uno y otro.
El mantenimiento preventivo, como su nombre lo indica, se realiza de manera periódica y su objetivo es prevenir averías que interrumpan la operación del motor. Se debe realizar de manera planificada, verificando el funcionamiento y realizando procedimientos de ajustes, lubricación, revisión y reposición de piezas, siguiendo las recomendaciones del fabricante en función de la carga de trabajo del motor.
La opción del mantenimiento correctivo, entra en acción cuando se produce una falla en el motor que interrumpe su funcionamiento o provoca daños que impiden su plena operatividad. Dada su naturaleza impredecible, es importante minimizar su efecto. Para lograrlo, es fundamental contar con los repuestos necesarios para su reparación y tener personal calificado para ejecutar el trabajo en el menor tiempo posible.
Cuando se trata de motores eléctricos, es recomendable priorizar el mantenimiento predictivo por sobre el correctivo. Primero porque al realizar revisiones periódicas se reduce el margen de posibles fallas y se asegura que funcionen siempre al máximo de sus capacidades. Y por último, porque cuando un motor eléctrico comienza a fallar, es demasiado tarde.
Pauta para mantenimiento efectivo de un motor eléctrico
Existe una serie de consejos que se deben seguir para realizar el mantenimiento de un motor eléctrico de una manera efectiva y que compartimos a continuación:
1. Revisión visual cada componente
Un simple recorrido visual por un motor eléctrico basta para identificar detalles importantes que requieran mantenimiento.
La observación ocular permite descubrir indicios de sobrecalentamiento y otras condiciones que inducen a fallas. Sin embargo, los otros sentidos también juegan un rol clave, detectando olores, ruidos excesivos, vibraciones, entre otros signos.
2. Detección de vibraciones
Las piezas en movimiento que componen un motor eléctrico pueden generar ruidos y vibraciones nocivas que afectan su óptimo funcionamiento.
Por lo general, las vibraciones se producen en las partes mecánicas de estos propulsores y no son fáciles de detectar. Una forma de identificarlas es haciendo funcionar el motor desconectado de las piezas que le corresponde mover y realizar algunas pruebas con instrumentos que ayuden a identificar qué provoca la vibración.
3. Funcionamiento de rodamientos
Los rodamientos son responsables del movimiento de alguna pieza, por lo que si presentan ruidos o vibraciones pueden estar indicando potenciales problemas.
Mala lubricación, acumulación de polvo y desgaste son algunas de las causas más comunes, así como el sobrecalentamiento de la carcasa de un rodamiento.
En algunos casos, una simple limpieza y engrase o lubricación puede resolver el problema, pero muchas veces hará falta el cambio de rodamientos para realizar el mantenimiento, por lo que se recomienda conocer los requisitos de cada tipo de rodamiento para ejecutar el trabajo correspondiente.
4. Limpieza y lubricación periódica
La temperatura es clave para el funcionamiento de un motor. Y cuanto mayor sea el calor que se genere, mayor riesgo de problemas. El polvo además es un enemigo de los motores eléctricos, ya que funciona como aislante y provoca el aumento de la temperatura y esto provoca mayor desgaste de los rodamientos. Junto con el óxido, afecta también los relés y contactos, por lo que hay que limpiarlos muy bien.
La corrosión también es un factor de riesgo que hay que evitar, por lo que se necesita lubricar cada componente para protegerlo. Sin embargo, el exceso de lubricación afecta los bobinados, por lo que el lubricante debe ser aplicado en su justa medida.
5. Prueba el bobinado del motor
El sobrecalentamiento de un bobinado es un riesgo de daños graves. Para probar un bobinado es necesario desmontar el motor. Así se pueden detectar averías o fallas en los devanados.
La recomendación aquí consiste en rebobinar el motor. Probar el aislamiento revela información sobre el nivel de resistencia.
Software de mantenimiento: Un aliado imprescindible
Al igual que en otros equipos, el trabajo de mantenimiento de un motor eléctrico es vital para la productividad de una empresa y requiere de atención especializada para una gestión eficiente.
Dadas las grandes cargas de trabajo y el volumen de información que debe manejarse en la gestión de mantenimiento de un motor eléctrico, contar con un software para apoyar el trabajo humano es clave.
Al contar con este tipo de apoyo digital, existe una serie de funciones que se pueden realizar con mayor rapidez y precisión:
- Respaldar el estado actual de cada motor
- Generar un registro de trabajos de mantenimiento
- Recopilar informes de fallas
- Planificar y programar el mantenimiento
- Generar órdenes de trabajo automáticas
- Controlar y medir el trabajo de cada profesional encargado de estas tareas
- Administrar inventario de repuestos
La ventaja de contar con un software para el mantenimiento de un motor eléctrico permite organizar, planificar, medir y corregir el trabajo de una forma más rápida y eficiente, optimizando los recursos humanos y técnicos de una empresa.
Debido a multiplicidad de opciones, es importante evaluar el tipo de solución que se necesita, considerando que existe la posibilidad de customizar un software para atender a los requisitos específicos de una empresa.
Debido a la facilidad de manejo y la rapidez en el procesamiento de la información, el apoyo de un programa digital es de gran ayuda cuando se trata de evitar fallas inesperadas que pueden poner en jaque toda la operación de una empresa, simplemente porque se produjo una falla en un rodamiento u otra pieza de un motor eléctrico.
Mantener este tipo de equipos, así como otros que inciden en la productividad de una organización, resulta ser una decisión estratégica fundamental. Por lo tanto, tener un plan para llevar a cabo este trabajo debe ser un pilar entre las decisiones de los ejecutivos para evitar sorpresas desagradables.